Pues sí...fuí, lo admito. Con mis cubanas bellas (Mónika y Eli) y Renata nos lanzamos a la "aventura" de ver en vivo al cantautor guatemalteco de 43 años. Llegamos y el mismo quilombo de siempre (qué mierda!!!): tres cuadras de cola de gente para entrar. Laverdad no entiendo por qué diablos éste es el único país donde no se abren las puertas de los estadios con horas de anticipación y así evitar aglomeraciones innecesarias. Obviamente cuando a los genios de 49 Producciones se les ocurrió abrir las puertas a las 21:00, se armó tremendo tumulto, avalanchas, desmayados (as), golpeados y pisoteados...como siempre, me cago.
Y buej, la cosa es que entramos. Nos sentamos y empezó a llover. En vano fueron los lamentos de no haber comprado los impermeables antes de entrar: ya estábamos mojados. Encima de todo, a los monos entrenados (sin cerebro) de la empresa de seguridad "de moda" para este tipo de eventos, no les daba la gana de que uno pueda salir (anzar apenas 10 metros) hasta el alambrado que separa el estadio de Real con la calle, para comprar los benditos impermeables. Siempre termino puteando y amenazando. Así se arreglan las cosas con la gente que no piensa más allá de las absurdas órdenes que les dan.
Superados los incidentes, empezó el concierto. Luego de la proyección de un video nuevo del cantante, éste apareció en escena y cantó una también nueva canción. Muy malo el sonido. La ecualización era pésima, la batería no se distinguía, los vientos saturaban y la guitarra...había guitarra?. La voz...más o menos.
Sinceramente lo disfruté bastante, sobretodo con las canciones viejas. Los recuerdos de una adolescencia muy corta e intensa valieron más que mi aversión por la fórmula repetitiva que Arjona utiliza en sus últimos discos. Cantó muy bien el tipo, hay que resaltarlo. La escenografía estuvo impecable,las luces no tanto. La gente, 100 puntos. Mi acompañante: 1,000 puntos.
Una muy buena noche. Valió la pena la lluvia, la cerveza aguada, la caminada de 40 minutos para encontrar taxi y la amenaza de resfrío. Pero como dice un amigo: "muy bien, pero...nunca más".
Me sigo quedando con Fito. O qué decís vos, Muñequita?.