Así es este lugar:

Este blog es un espacio de libre opinión, donde lo único prohibido es insultar al autor y a la hermosa región de donde es oriundo (Santa Cruz). Bienvenidos sean todos y mejor aún sus críticas y/o sugerencias.

Gracias

PD: El autor se reserva el derecho de publicación de los comentarios.

Revolución Jigote!

Revolución Jigote!

9mm - Lágrimas de un guerrero

viernes, julio 07, 2006

Cuento...o carta? Las dos cosas?.

Hola a tod@s:

Otro cuentito?. Tomenlo con mucho humor. Besos para todos. Espero comentarios.


LA CARTA SIN RESPUESTA


Estimado Dr. Salvatierra:

Mi dirijo a Usted. primero para agradecerle con todo el corazón por haber asumido mi defensa con tanto ahínco y dedicación y para comentarle un asunto muy importante, que lo haré más adelante.
Las personas como Usted Dr. Salvatierra, son los paradigmas que necesita la justicia boliviana en estos momentos donde se han perdido todos los valores y la doctrina del Derecho se prostituye día a día en los pasillos oscuros de la burocracia administrativa de este poder fundamental del Estado.
Su lealtad ha sido por demás asombrosa y su sapiencia puesta en alto cada vez que clamó por mi inocencia en este proceso desgastante y perturbador al que estoy sometido.

Su brillante apego a sus convicciones lo llevó a ganarse merecidamente el afecto de la opinión pública, la cual ha volcado a mi favor. Prueba de esto están las impresionantes manifestaciones de apoyo en concentraciones, mítines y espacios pagados en los medios de comunicación, proclamando a los cuatro vientos mi inocencia.

Y ahora a solo un día de la celebración de mi juicio oral, no encuentro palabras para nuevamente agradecerle por todo lo que ha hecho por mí, mi familia y por la gente que cree en mí. Dios le devolverá con creces todo el cariño, profesionalismo y amistad demostrados.

Es por eso que le ruego encarnecidamente que me perdone, ya que le mentí. Me cansé de engañar a tanta gente y sobretodo de engañarme a mí mismo. No pedo seguir con esta farsa porque mi conciencia no me lo permite y menos aún los valores cristianos y morales que mis padres me inculcaron.

Y en defensa de su integridad moral y profesional, debo tomar la decisión de despedirlo. Presente esta carta como prueba de mi voluntad ante los tribunales y excúsese, ya que mañana mismo pienso confesar que fui yo y solo yo quien asesinó a mi esposa. Las razones me las reservo. Solo Dios y mi persona las conocemos, y así se mantendrán hasta que tenga que rendirle cuentas a El.

No me guarde rencor, se lo pido de corazón.

Un abrazo, su amigo y colega:

Juan Ernesto.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Genial !!!