Y bueno, a pesar de la notoria ausencia de nuestro querido “tour manager” Germán y de que casi nos deja la flota (los equipos llegaron tarde y tuvimos que enviarlos como “encomienda”) y la alcanzamos en la Doble Vía a La Guardia, las primeras fechas de la gira de la banda de rock cruceña 9mm: “Chevecha World Tour 2007” en Camiri, fueron un rotundo éxito. En esta oportunidad tampoco nos pudo acompañar nuestro eficiente “equipo técnico”. En su lugar fue mi amada Muñequita.
No miento, nos dejó la flota, loco. Sábado 17 a las 14:30, recién estábamos rumbo a nuestro queridísimo “Camiriú” para cumplir con los amigos Fregonazos, que una vez más (al igual que el año pasado) confiaron en nuestros “profesionales” servicios como músicos y nos contrataron para animar dos días de su súper fiesta de carnaval. Cuatro horas y algunos minutos después de martirio (somos varios los que no aguantamos los viajes por tierra) y las luces de la Capital Petrolera de Bolivia empezaron a asomar.
Un frío del carajo y una llovizna horrible no nos detuvo. Como de costumbre, el tío Willy nos esperaba en su cómoda casa y sus hijos (y 9mm honoríficos): Sergio (Cafisín) y Arturo (Sherman), nos servirían de “guías” en nuestras aventuras camireñas. Una cambiadita, sodita, puchito…ducha y….al corso. Cuál corso?. Se suspendió. Ni modo, a la plaza. Allá nuestros informantes nos anunciaron que nos esperaban en la “coronación” de la reina Rosetti I (hna. de Enna y buena amiga nuestra), a la cual habían elegido la noche anterior. Unas bastante decentes hamburguesas nos quitaron el hambre. Obviamente decidimos “calentar” motores (o hígados, da lo mismo) con un roncito Bacardí, Coca-Cola y limón: Azúcar !!!.
Ya bastante embalaus llegamos a la fiesta (en el Rotary Club). Y bueno…después de varias cervezas, la cosa se puso fea (por lo menos para este su servidor, que decidió retirarse a su aposentos a dormir la cruzadera), el frío y la lluvia calaba los huesos, pero la alegría era tal, que todo se olvidaba. Lección aprendida: Cuba libre con cerveza: jamás.
Resaca. La lluvia todavía amenazaba y un leve friíto no pintaba nada bien. Almuerzo (¿?) y a lo que vinimos: cerveza!!!, jejejeje, es broma: nos fuimos al Club de Leones (donde serían los tres días de fiesta) a armar equipos, hacer sonido y ensayar un poco. Esta vez el conocido sonidista “Mechas” consiguió muy buenos equipos. Dos horas después la gente empezaba a llegar. Se destaparon las primeras Paceñas y nosotros recién salíamos agotados del lugar. Eso sí, armamos un tremendo sonido (cañón).
Siesta. Ducha. Puchito. Pseudo almuerzo. Los “sets” estaban listos (para evitar inconvenientes y tener más tiempo para las “frías”). Los Fregonazos que nos llamaban porque dizque estábamos llegando tarde, yo que no podía comer nada, el cuarto de pollo ridículamente caro y Daniel desesperado que se va antes de tiempo al bailongo.
A simple vista se notaba que por lo menos 500 almas abarrotaban el lugar. y varias decenas más intentaban entrar. Nosotros lo hicimos sin inconvenientes, con trato preferencial y con cerveza esperando en el escenario. Qué lindo. Adoro cuando la gente te ve llegar y te miran como bicho raro. Lógico, si todos están con casacas, pañoletas, pitos, espumas y aparecen cuatro locos disfrazados de “rockeros”…barajo que te miran las féminas. Jejejejeje, no se preocupen…que el codazo de la cubana me llegó.
Toda una locura se desató cuando empezamos a lanzar las primeras notas al aire. Gozadera total, dicen en el Caribe. Jodanga, decimos por acá. Las canciones escogidas estuvieron al “pelo”, la gente las bailaron, brincaron y corearon todas. Adoro Camiri, lo admito. Fue una tarde de esas que no se olvidan nunca. Es que cuando los aplausos se convierten en ovaciones…para un músico es orgásmico. Y eso que recién terminaba el primer día.
No miento, nos dejó la flota, loco. Sábado 17 a las 14:30, recién estábamos rumbo a nuestro queridísimo “Camiriú” para cumplir con los amigos Fregonazos, que una vez más (al igual que el año pasado) confiaron en nuestros “profesionales” servicios como músicos y nos contrataron para animar dos días de su súper fiesta de carnaval. Cuatro horas y algunos minutos después de martirio (somos varios los que no aguantamos los viajes por tierra) y las luces de la Capital Petrolera de Bolivia empezaron a asomar.
Un frío del carajo y una llovizna horrible no nos detuvo. Como de costumbre, el tío Willy nos esperaba en su cómoda casa y sus hijos (y 9mm honoríficos): Sergio (Cafisín) y Arturo (Sherman), nos servirían de “guías” en nuestras aventuras camireñas. Una cambiadita, sodita, puchito…ducha y….al corso. Cuál corso?. Se suspendió. Ni modo, a la plaza. Allá nuestros informantes nos anunciaron que nos esperaban en la “coronación” de la reina Rosetti I (hna. de Enna y buena amiga nuestra), a la cual habían elegido la noche anterior. Unas bastante decentes hamburguesas nos quitaron el hambre. Obviamente decidimos “calentar” motores (o hígados, da lo mismo) con un roncito Bacardí, Coca-Cola y limón: Azúcar !!!.
Ya bastante embalaus llegamos a la fiesta (en el Rotary Club). Y bueno…después de varias cervezas, la cosa se puso fea (por lo menos para este su servidor, que decidió retirarse a su aposentos a dormir la cruzadera), el frío y la lluvia calaba los huesos, pero la alegría era tal, que todo se olvidaba. Lección aprendida: Cuba libre con cerveza: jamás.
Resaca. La lluvia todavía amenazaba y un leve friíto no pintaba nada bien. Almuerzo (¿?) y a lo que vinimos: cerveza!!!, jejejeje, es broma: nos fuimos al Club de Leones (donde serían los tres días de fiesta) a armar equipos, hacer sonido y ensayar un poco. Esta vez el conocido sonidista “Mechas” consiguió muy buenos equipos. Dos horas después la gente empezaba a llegar. Se destaparon las primeras Paceñas y nosotros recién salíamos agotados del lugar. Eso sí, armamos un tremendo sonido (cañón).
Siesta. Ducha. Puchito. Pseudo almuerzo. Los “sets” estaban listos (para evitar inconvenientes y tener más tiempo para las “frías”). Los Fregonazos que nos llamaban porque dizque estábamos llegando tarde, yo que no podía comer nada, el cuarto de pollo ridículamente caro y Daniel desesperado que se va antes de tiempo al bailongo.
A simple vista se notaba que por lo menos 500 almas abarrotaban el lugar. y varias decenas más intentaban entrar. Nosotros lo hicimos sin inconvenientes, con trato preferencial y con cerveza esperando en el escenario. Qué lindo. Adoro cuando la gente te ve llegar y te miran como bicho raro. Lógico, si todos están con casacas, pañoletas, pitos, espumas y aparecen cuatro locos disfrazados de “rockeros”…barajo que te miran las féminas. Jejejejeje, no se preocupen…que el codazo de la cubana me llegó.
Toda una locura se desató cuando empezamos a lanzar las primeras notas al aire. Gozadera total, dicen en el Caribe. Jodanga, decimos por acá. Las canciones escogidas estuvieron al “pelo”, la gente las bailaron, brincaron y corearon todas. Adoro Camiri, lo admito. Fue una tarde de esas que no se olvidan nunca. Es que cuando los aplausos se convierten en ovaciones…para un músico es orgásmico. Y eso que recién terminaba el primer día.
Fotos: www.fregonazos.com
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