En la esquina de mi barrio !!!

El sábado por la noche, la mítica banda argentina de hard rock La Renga se presentó por primera vez ante el público cruceño. Sin ser un gran fanático de ellos decidí asistir, sobretodo por el respeto a la gran trayectoria de la banda de Mataderos (Buenos Aires) y por las tremendas canciones que los hicieron famosos y por su legendaria fuerza sobre el escenario.

Chizzo (voz y guitarra), Tete (bajo) y Tanque (batería) aparecieron como a las 11:00 pm ante el frenético público compuesto por bolivianos de todas las regiones, gente llegada desde Chile y también de la misma argentina. "Hola a todos, soy el león" de la canción "Panic Show", fue lo primero que rugió la impresionante voz de Chizzo, sorprendentemente con el pelo rapado (pero con su inconfundible pañoleta). Luego hicieron un repaso de otros clásicos, así como de los temas de su más último disco. Fueron acompañados por dos buenos instrumentistas en saxo y armónica. De los hits que recuerdo: "Oscuro diamante", "Tripa y corazón", "El rito de los corazones sangrando", "El rito de los corazones sangrando", "Veneno", "Detonador de sueños", "Triste Canción de Amor" (original de El Tri), "Ruta 40", "Despedazado por mil partes" e incluso un tributo al gran Pappo con una canción que escribieron para él: "Viva Pappo". Nos dejaron boquiabiertos cuando se "animaron" a tocar la polémica "Blues de Bolivia", en medio de una verdadera fiesta. Se tomaron un merecido descanso y volvieron a la carga con unas cuantas más, obviamente abrieron con el himno de los himnos rengueros: "La balada del Diablo y la Muerte". Un éxtasis. Cerraron con el hit con el acostumbran terminar sus shows: "Hablando de la libertad".

Fue un recital verdaderamente largo (cerca de dos horas) y dejó a todos satisfechos, desde el más fanático hasta al que fue solo por sentir la adrenalina que libera una gran banda de rock.

Sin lugar a dudas, para mí, fue el mejor concierto del año, sobretodo por lo que me hizo sentir: que el rock está vivito y coleando, habita en todos los que amamos la estridencia de una guitarra y la precisa y cómplice base armónica del bajo y la batería.

Y como se escuchó toda la noche: "Aguante la Renga, carajo !!!".