Angeles y Demonios aburridos en un Vaticano "digital".

Hablar de la obra literaria de Dan Brown (una especie de Tom Clancy de las conspiraciones) siempre es polémico porque es de los contados casos en los que tiene fanáticos y odiadores, es decir, su obra o la adorás o la odiás. No existen medias tintas. Personalmente me incluyo en el primer grupo. Me parece un magnífico contador de historias, a las que llena de situaciones que si no estuvieran bien documentadas o simplemente explicadas por el autor…no las creería nadie. Y así de obviamente lógico es su increíble éxito de ventas mundiales: varios millones de ejemplares.

Mi favorita definitivamente es “Angeles y Demonios”, que recientemente fue llevada al cine por Ron Howard y vista por éste servidor. Imagínense una antigua hermandad secreta que vuelve para secuestrar a cuatro cardenales importantes en el día del “Cónclave” (elección papal) mientras amenazan al Vaticano con una bomba de 20 kilotones. Carajo…qué historia !!!

El mencionado director estadounidense hace un par de años hizo su versión de la novela más famosa de Brown: “El Código Da Vinci”, con resultados iguales o peores.

Una eterna discusión se torna cuando uno comenta sobre si le gustó más el libro o la película de ciertas obras. En este caso específico me quedo con la novela escrita. Una historia tan fascinante pudo haberse reflejado mejor en el celuloide y a pesar de que les prohibieron rodar dentro de la Ciudad del Vaticano (donde se desarrolla la mayoría de la trama) pudieron también explotar al máximo la ciudad de Roma y las varias iglesias, plazas, esculturas y obras de arte en general que se mencionan perfectamente en el libro.

Y normalmente las diferencias entre el papel impreso y el film son “detallitos”. En la versión de Howard la cosa cambia: son varios “detallazos”.

- El científico y sacerdote asesinado no es mencionado como el padre de Vittoria Vetra (casi nada, no?).
- No aparece como figura importante en la historia el director del CERN, Maximilian Kohler (en qué estabas pensando, Ron?)
- A Robert Langdon le muestran un papel con el ambigrama de los Illuminatti (para convencerlo), en vez de mandarle un fax con el cadáver de Leonardo Vetra marcado a fuego con éste (Ups…se les fue el detalle?)
- Tampoco mencionan el avión que viaja a Match 20 y que hace que Langdon llegue a Suiza desde Boston en apenas una hora (Baaaaah…y que fue?).
- La primera gran decepción: a pesar de que en el libro a Vittoria la describen prácticamente como una “hembranga” con piernas bronceadas y curvas firmes con shorts y botas (a lo Lara Croft)…en la peli ponen a una desabrida semi simpaticona con traje de santurrona (Uuuuuuju).
Ponen como “hassasin” a un flaquito con más pinta de intelectual que de asesino, es vez de un moreno árabe y fornido descrito en el libro.
- Lo mismo de arriba pero esta vez con el teniente Olivetti de la Guardia Suiza.
- Gran parte de los datos históricos curiosos no se presentan en la peli.
- El cardenal Baggia (el último de los “preferitti” secuestrados) no muere ahogado en la fuente.
- Langdon no sube al helicóptero con Carlo Vetresca (el camarlengo) y la antimateria, por lo tanto, no ocurre la fantasiosa escena de su caída amortiguada con una especie de ventana de plástico (y bueno…más bien).
- Al no existir Kohler, es un Guardia Suizo quien descubre los planes diabólicos del camarlengo (Ewan McGregor…genial), que es asesinado por sus colegas, al igual que un cardenal que es acusado de “Illuminatus” por el camarlengo (en el libro es el capitán Rocher).
- En gran parte de la obra de Brown se da a entender una atracción entre Robert y Vittoria…los que al final se agarran a picos y se convierten en pareja. Detalles no tomados en cuenta en el celuloide.

Estos son los que ahora recuerdo y seguro que debe haber vaaaaarios más. Lo raro del asunto es que muchos cineastas hacen películas de tres horas sin tener una historia como para rellenar ese tiempo. Ahora Ron Howard la tenía y aún así decidió nomás acortarla, omitir detalles, personajes y locaciones para “meterla” en una huevada de hora y media. ¡Viva Hollywood!!!