RESIGNACIONES DE UN CAMINANTE
Caminando por las calles de alguno de tantos barrios olvidados de Santa Cruz de la Sierra, me encontré con una señora a la que no veía desde hace más de diez años. Tremendamente sorprendido de que me haya reconocido y saludado por mi nombre, no dudé en preguntarle por su marido, Don Teófilo. La amable señora de cabellos blancos y mirada cansada solo atinó a responderme que había fallecido también en el mismo incendio en el cual encontré mi muerte. Inmediatamente después empecé a buscarlo como loco, durantes días y meses, pero todos mis esfuerzos fueron vanos. Luego de una larga reflexión, recordé que el tipo había sido una muy buena persona toda su vida, por lo tanto...jamás lo encontraría por acá.
3 comentarios:
jajajaja muy bueno!!!!!!!... sera q nosotros nos vamos a encontrar hasta por esos horizontes????????
Noe:
Gracias y te respondo con otra pregunta: Será?.
jajajajajajajajajajajajajaja ;)
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