Así es este lugar:

Este blog es un espacio de libre opinión, donde lo único prohibido es insultar al autor y a la hermosa región de donde es oriundo (Santa Cruz). Bienvenidos sean todos y mejor aún sus críticas y/o sugerencias.

Gracias

PD: El autor se reserva el derecho de publicación de los comentarios.

Revolución Jigote!

Revolución Jigote!

9mm - Lágrimas de un guerrero

jueves, septiembre 13, 2007

La reunión II (cuento corto)

Hola a tod@s:

Normalmente no hago "secuelas" de mis cuentos, pero en esta ocasión romperé la tradición. La "primera parte" fue publicada aquí mismo y pueden leerla dando un clik aquí. Y bueno...se me ha dado por volver a escribir...espero hacerlo más seguido y que obtenga críticas positivas. Disfrútenlo.


LA REUNIÓN II

“Maldita suerte. Esas fueron las últimas palabras de Chávez", le confesé a Peña, anoche en su casa, mientras me miraba atónito y con los ojos vidriosos de los hombres que no entienden por qué les toca morir. Vanos fueron sus intentos de sacarme información del por qué Chávez me quería contratar para matarlo. Mi primo era consciente de que soy un profesional y por más que supiera algo, jamás se lo diría.

“Pero pensá pues, querido. Algo has tenido que hacer, no?”, le respondí casi molesto ante tanta insistencia. “No creo que sea por el asunto de los cien pesos que le debía, no?. Nadie manda matar a alguien por cien pesos”, replicó. Yo solo mantuve la boca cerrada. No quería responderle porque lo iba a poner más nervioso al pobre. Es tan ingenuo mi pariente que ni se imagina lo que son capaces de hacer las personas como Chávez cuando alguien les debe aunque sea diez pesos. Es una cuestión de orgullo no de dinero.

“Pero escuchame una cosa, primo. Vos estás quedando mal parado con eso de que no cumpliste con tu trabajo, verdad?. No irás a tener problemas?”, me preguntó, a lo que le contesté fulminantemente: “Acaso te importa un carajo lo que yo haga o lo que digan de mí?. Cómo es eso de que no tenías idea de nada?”.

Peña no pudo controlar sus nervios y se lanzó a llorar como niño, y mientras abría su camisa y acariciaba el rosario que su madre, mi tía Candelaria le había regalado en su primera comunión, yo también acariciaba algo: mi puñal.

Tenía razón el desgraciado…no me gusta quedar mal parado.

4 comentarios:

la de la casa nueva dijo...

y como fué? lo mató o no?

Javier Sandoval A. dijo...

Si te cuento...se jode el cuento. Jejejejeje. Un beso, tocaya.

Otro Nivel dijo...

Bueno fren, sobre todo porque mal que mal es clasificable de costumbrista. Lo que hace falta pa no perder sus raices de uno. No vé puéj?. Practicá porque pronto vamos a estar haciendo más concursos por medio de los blog, "Cuento de mi tierra en 100 palabras", "La democracia en Bolivia en 100 palabras", y así hay harta temática de post que pueden ser merecedoras de reconocimiento. Estén atentos.

Javier Sandoval A. dijo...

No creo que sea costumbrista, fren. Es atémpore y con un lenguaje normal y urbano cruceño.