EL VACIO NUESTRO DE CADA DÍA
El nuevo gobierno de Evo Morales está lleno de buenas intenciones, pero es preciso recordar que el camino al infierno está copado de lo mismo. Ante la ausencia notoria de un plan de gobierno, Morales y sus colaboradores en un afán abierta y claramente político-electoral, ha lanzado una serie de decretos supremos que si no rayan en lo ilegal…están a un paso muy corto.
El D.S. 28699, recientemente promulgado por el Ejecutivo, contiene una serie de falencias y vacíos legales que le provocaran muchos dolores de cabeza en un cortísimo plazo. En este D.S. supuestamente se habla de la eliminación de la libre contratación y despido en la actual legislación laboral boliviana, al derogar el tristemente célebre artículo 55 del D.S. 21060. Lastimosamente el gobierno no ha reparado en que ese artículo fue incluido íntegramente en la Ley 1182 del 19 de Septiembre de 1990 (Ley de Inversiones), por lo que resulta una incongruencia suponer que un D.S. puede derogar, modificar o reglamentar una Ley de la República.
En resumidas palabras…legalmente no se han modificado las reglas marcadas por el D.S. 21060 y la Ley 1182, por lo tanto la mencionada “estabilidad laboral” que se menciona no existe y se queda en el solo discurso demagógico de siempre. Esta situación raya en lo absurdo, ya que el gobierno y su partido el MAS tienen mayoría parlamentaria, lo que significaría una muy poca dificultad para elevar a rango de Ley el controversial decreto. Por qué no lo hicieron primero?.
Es que ante una próxima elección de “constituyentistas” y un referéndum por autonomías, el Sr. Evo Morales y su partido, pretenden copar la Asamblea Constituyente y no hay mejor manera que mostrar una imagen comprometida con el cumplimiento de sus promesas electorales. Pero lo que el gobierno no reconoce es la presencia de gente que sabe distinguir claramente la demagogia de la verdad y legalidad.
Una similar situación se vio en la famosa “nacionalización” de los hidrocarburos, que es evidentemente en el fondo una medida positiva para el país, con vacíos legales impresionantes y un inaudito y ridículo despliegue de fuerzas militares y medios de comunicación. Siempre insistiré que el gobierno está cumpliendo con el mandato del referéndum de 2004, pero lo está haciendo a medias. Lo que verdaderamente ha realizado el gobierno es una “recuperación” del control de la mayoría de las acciones de las empresas capitalizadas y las refinerías. Nacionalización es otra cosa: más completa y más compleja, pero más funesta para el país (desde mi punto de vista).
Espero que la terrible situación de inestabilidad de inversiones extranjeras pueda ser superada por las relaciones internacionales del gobierno y por el compromiso del respeto a la inversión. También espero que la licitación del Mutún no tenga más inconvenientes (según la prensa de hoy, solo quedarían dos empresas interesadas). Y por último también quisiera expresar mis deseos de que estas buenas intenciones del gobierno puedan ser traducidas en buenas acciones, por el bien de todos nosotros.
Revolución Jigote!
9mm - Lágrimas de un guerrero
lunes, mayo 08, 2006
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